Fuimos al tuto Andrea y yo. No sabíamos ni donde se recogía la matrícula pero tras preguntar nos dirigimos a conserjería. Allí estaba el coserje, el que tenemos desde que estoy en el centro, pelos largos, canosos, arrugas, barba mal afeitada, dientes amarillos, y con camisetas grandes y anchas siempre. Nos dijo que la matrícula costaba un euro pero que nosotra teníamos que dar dos por el gasto que se había hecho con el aire en nuestra clase aquel curso. Ese hombre ya nos conocía de hacía tiempo y sabía que nos habíamos dejado más de una vez el aire puesto. Esa broma nos costó un susto y a Andrea tener una mala conciencia de delegada. Nos recorrimos el caminoa mi casa con el sobre en las manos, ilusionadas por empezar un nuevo curso.Llegamos a casa. Teníamos que preparar el arroz mi hermana y yo y ya que estaba allí Andrea nos ayudó en la cocina. Nos lo pasamos muy bien derramando arroz por la encimera y por los suelos jajajajaAunque nos entreteníamos bastante nos salió muy bueno.
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