Pero me lo pasé bien aun así en el viaje porque empezamos a cantar de nuevo mi hermana y yo y nos reimos un montón.
Al llegar a Sevilla aun teniamos que cenar y nos fuimos al Niágara (un bar que le encanta a mi padre y al cual vamos a comer por lo menos una vez por semana).
Después me fui a la cama, evidentemente, que sueeeeeeeeeeeeeeeeeño tenía, sabiendo que el día siguiente me tenía que despertar a las diez para recoger las notas en mi instituto.
Saludos B.
Dios nos dió la capacidad de dormir y soñar, y no es para que se quede solo en sueños, es para cuando despiertes te levantes con más ánimo y digas lo voy a conseguir
Juan Guillermo Arenas Marin
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